El sistema linfático es el encargado de eliminar las toxinas que se acumulan en los tejidos. Activarlo mediante el masaje de drenaje linfático ayuda a movilizar los líquidos retenidos (edema), a mejorar la microcirculación y la nutrición celular y, a oxigenar los tejidos que tiene como consecuencia un efecto rejuvenecedor. El sistema linfático tiene además funciones inmunológicas, reforzando nuestro sistema de defensa.

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Con el drenaje facial se tratan distintas afecciones como la rosácea que causa congestión, enrojecimiento e inflamación de la piel; o también el acné porque reduce la proliferación de bacterias.

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La piel comienza a mejorar desde la primera sesión. Se ve más fresca, renovada, joven, tersa y con un tono más uniforme. Además, el drenaje linfático manual es un masaje relajante, por lo que la sesión ayuda a relajarnos, eliminar el estrés y la ansiedad.

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Algunos de los innumerables beneficios del drenaje linfático manual son:

• Es desintoxicante

• Atenúa las bolsas de los ojos y reduce las ojeras

• Elimina signos de cansancio.

• Deshincha la cara, al favorecer el drenaje de líquidos.

• Mejora la circulación de la sangre y el aporte de nutrientes.

• Repara las células y mejora el aspecto de la piel.

• Aumenta el aporte de oxígeno.

• Mejora el acné y reduce nuevos brotes.

• Tiene efectos sedantes y relajantes.

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